jueves, 9 de mayo de 2013

Dilema propio

Laura va con unos nuevos amigos por la calle(hasta hora, había estado sola), cuando se cruzan con una persona que va en silla de ruedas, y apenas puede gesticular, se la ve bastante grave. Sus amigos empiezan a reírse  alegando que, ponía una cara graciosa. Laura odia que juzguen así a la gente, pero si dice algo, sus "amigos" le dirán que es una sosa que no sabe divertirse, y le darán. ¿Debe Laura decirlo?

Como no encontraba ningún dilema que me convenciese, me he inventado este que, realmente me inquieta, ya que soy una persona que no puede ver sufrir a otras.

Está claro, que nadie quiere estar solo, somos seres humanos y necesitamos relacionarnos con  los demás, pero, ¿hasta que punto somos capaces de aguantar por miedo a soledad? En algunos casos, se han hecho cosas hasta inhumanas, todo por el miedo; ese sentimiento de vulnerabilidad por el cual te sientes alguien diminuto e impotente, pensando que la unión hace la fuerza y que tú solo no llegarás a ningún sitio. No serás nadie. Mi conclusión es que la mayoría de las cosas las hacemos por miedo.

Las razones a favor de hacerlo serían que, la soledad desaparecería, y tendría un grupo de amigos con el que podría salir, compartir experiencias. Podría hacer su vida, ser feliz y disfrutar al máximo con las personas a las que ella cree, les importa. Se sentiría satisfecha consigo misma, y con mucha confianza, ya que pertenecer a un grupo de hace sentirte protegido, querido y apoyado, sea así o no. Tu te sientes bien, y eso es lo que ella iba buscando desde un principio

Las razones por las que no hacerlo serían que renunciaría a todo lo que había sido hasta ahora, sus principios quedarían reducidos a simple ceniza, a nada. Dejaría de ser Laura, de ser ella misma por ser como los demás quieren que sea. Sucumbiría a la presión que la sociedad ejerce sobre nosotros día tras día; hecho que no sería tan raro ya que se pretende estandarizar todo, que todo sea igual, y todos también lo sean (no hay más que ver las tiendas de ropa, medios de comunicación  etc que pretenden que todos seamos iguales metiéndonos ideas equívocas en la cabeza, como lleva esta chaqueta y ligarás mucho; o compra esta colonia y triunfarás en la vida.) ¿Dónde está la gracia de ser todos iguales? Porque yo no la veo.

Laura debería decir lo que piensa, porque, (supongo que, dando gracias...) nuestra libertad de expresión no está coartada, y si tienes unos principios y una serie de ideas, debes llevarlas a cabo, aunque eso implique caerle mal a mucha gente. Recuerda que no se le puede caer bien a todo el mundo, y cada uno piensa una cosa distinta (será una de las pocas cosas en las que aún discrepemos con respecto a otras personas, podrán intentar estandarizar nuestra vida, pero nunca nuestras mentes.)

¿Tendrá consecuencias su decisión? 
Cualquier decisión en nuestra vida tiene consecuencias, ya sea para bien o para mal. La más mínima puede hacer que tu vida cambie, que todo quede patas arriba y que te sientas perdido.  Pero, será reconfortante para ella, porque lo primero, se deshace de gente que solo le traerá problemas; lo segundo, hace lo que debe, porque quiere y puede, y defiende sus principios, que son algo base en una persona para que progrese y mejore; y lo tercero, si considera que su decisión es errónea, aprenderá de ella y rectificará para próxima (el ser humano es el único que tropieza dos veces con la misma piedra, tan triste como cierto).

Recuerda, no hay nada mejor que sentirse bien con uno mismo, si no puedes ver sufrir a una persona, no dejes de mirarla, ayúdala para que mejore y poder vivir en paz con ella. Repito que, ayudar empieza por uno mismo.

Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros.
Groucho Marx